Una pintura es un punto de vista. Los sentidos, la experiencia y la idiosincrasia del pintor en una sola imagen.
El artista.

En un retrato, la visión pictórica se centra en el rostro humano con la voluntad de desentrañar su individualidad, su combinación única e irrepetible de rasgos físicos.
El artista frente al retratado.

Sin embargo, un retrato de carácter viaja más allá de lo puramente corpóreo en busca del temperamento, de la historia personal reflejada en los rasgos y de la herencia genética familiar. Pretende revelar con una mirada subjetiva, pictórica y artística algo más que la realidad visible.
El artista frente al retratado, ambos desnudos.

El pintor Kike Payá (Alcoi, 1965) crea retratos de carácter al óleo sobre lienzo en su estudio en Segorbe (Castellón). Es autor de los libros No hay color, Personajes de cine en blanco y negro y Retratos de hielo y fuego.

Para crear sus obras se apoya en su técnica pictórica y en sus conocimientos sobre fisiognomía evolutiva y psicomorfología. Esto le posibilita leer, analizar y expresar con pinceladas lo que una cara enseña de manera involuntaria e inconsciente del ser humano que la luce y de su irrepetible camino.

Abrir chat
1
Hola
¿En que podemos ayudarte?